BUENOS AIRES.- Los peritos que analizaron la ropa que Ángeles Rawson llevaba colocada cuando fue encontrada asesinada le informaron a los investigadores que no encontraron semen ni ningún otro rastro biológico de un tercero.
Fuentes de la investigación revelaron que el análisis de la bombacha que llevaba colocada Angeles al ser hallada asesinada en el CEAMSE de José León Suárez el martes de la semana pasada fue una de las primeras pericias que se mandaron a realizar.
"Los primeros resultados del laboratorio están llegando y ya sabemos que no hay semen ni ningún otro fluido con ADN de un tercero en la bombacha", dijo hoy un investigador.
La ausencia de un perfil genético distinto al de la víctima robustece la teoría de que no existió un ataque sexual, al menos consumado, contra Angeles.
Los forenses que practicaron la autopsia de Angeles ya habían afirmado que la chica no tenía signos de haber sido violada. Sin embargo, aún se esperan los resultados de los hisopados vaginales y anales que realizaron los médicos en la autopsia.
Al estar preso e imputado el encargado del edificio, Jorge Mangeri (45), la causa ahora está en manos del juez Roberto Ponce, quien subroga el Juzgado de Instrucción 17 donde está radicado el expediente, y la fiscal María Paula Asaro, participa en el proceso como acusadora pero dejó de instruir la investigación.
El juez y la fiscal aguardaban que lleguen los resultados de otras pericias de ADN que pueden ser clave para determinar la participación del portero en el crimen.
Por un lado, se espera encontrar el perfil genético de la víctima en muestras y elementos secuestrados el sótano del edificio o en la casa y el auto de Mangeri, un Renault Megane donde se levantaron cabellos y manchas en el baúl.
Una de las sospechas es que ese auto pudo haber sido usado para trasladar el cadáver de la chica hasta un contenedor de basura.
Pero también se espera encontrar el ADN de él o los asesinos en el hilo sisal con el que la estrangularon y ataron a Angeles, en un cabello hallado adherido a una de las uñas o en el uniforme de gimnasia escolar que tenía colocado.
En tanto, los investigadores creen ahora que el lunes alrededor de las 10, cuando volvió de su clase de gimnasia, Angeles entró al edificio, pero no llegó a ingresar a su departamento de la plana baja "A", como siempre sostuvo su familia.
Esta nueva teoría se apoya en la declaración testimonial de la empleada doméstica de la casa, quien ratificó que ella estaba trabajando en el horario en el que debería haber llegado Angeles del colegio, pero la chica nunca llegó.
Además, si bien la Policía daba por probada la vuelta de Angeles a su departamento porque allí secuestraron el morral color negro con el que fue grabada por las cámaras de seguridad caminando rumbo a su casa, ahora los pesquisas señalan que la chica tenía dos morrales y que aún no apareció el que tenía colgado.
"La chica tenía dos morrales. El que tenía colocado todavía no apareció, es donde guardaba el cuaderno de comunicaciones que apareció luego tirado en la General Paz", explicó a Télam una fuente de la investigación.
Voceros policiales también señalaron que aún no apareció el teléfono celular de la víctima y que más allá de lo declarado el viernes por la presidenta de la Asociación de Víctimas de la Violación (AVIVI), Ana María Leuzzi -aseguró que uno de los hermanos de la chica le mostró las llaves de la chica-, la familia insiste en que en la casa falta el juego de llaves de Angeles.
Mangeri continuaba detenido a disposición del juez Ponce, aunque voceros judiciales aclararon que tras la indagatoria fue trasladado de la alcaidía del Palacio de Tribunales al modulo 1 del complejo penitenciario 1 de Ezeiza, donde quedó aislado. El sospechoso fue detenido la madrugada del sábado y horas más tarde se negó a declarar en su indagatoria ante el juez Ponce.
Entre la detención y la indagatoria, Diana Seattone, la esposa de Mangeri dijo a la prensa que su marido es un "perejil" y denunció que lo "quemaron y picanearon" durante un "apriete" que sufrió el viernes antes de ir a declarar como testigo ante la fiscal.
Mangeri había sido trasladado a la fiscalía cuando la familia de Angeles ya hacía ocho horas que se hallaban declarando. Si bien no trascendió su declaración, investigadores explicaron a Télam que Mangeri se autoincriminó en el hecho y la fiscal lo relevó del juramento de decir verdad, lo imputó y quedó detenido.
Angeles (16) fue encontrada asesinada el martes en un predio de la CEAMSE de José León Suárez, con dos vueltas de hilo sisal enrollado en el cuello y su cabeza cubierta con una bolsa.
La adolescente había desaparecido la mañana del lunes, luego de haber concurrido a su clase de educación física a un predio deportivo, casualmente del CEAMSE pero de Colegiales.
Cámaras de seguridad, tanto municipales como de edificios linderos, registraron el paso de la joven hasta que llegó al edificio en el cual vivía con su familia, donde debía cambiarse, almorzar y concurrir al colegio secundario Virgen del Valle.
Pero los pesquisas determinaron que de allí no había vuelto a salir, por lo que centraron sus investigaciones en las personas que viven dentro del edificio.